jueves, 25 de septiembre de 2014

La verdad sobre el caso Harry Quebert

Publicada en septiembre de 2012 y galardonada con el premio Goncourt des Lycéens, el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y el Premio Lire a la mejor novela en lengua francesa La verdad sobre el caso Harry Quebert es la segunda novela del jovencísimo escritor suizo Joël Dicker.






Tras el éxito de su primera novela el escritor Marcus Goldman se encuentra bloqueado por el síndrome de la página en blanco. Tras varios meses infructuosos decide ponerse en contacto con la única persona que puede ayudarle: Harry Quebert, un famoso escritor estadounidense y su antiguo profesor de literatura en la Universidad. Con la esperanza de encontrar la inspiración perdida se traslada a vivir de manera temporal a la casa que Quebert tiene en Aurora, New Hampshire. Allí descubre de manera casual la extraña relación que su mentor había mantenido con Nola Kellergan en el pasado, una joven de 15 años desparecida en agosto de 1975. A los pocos días, cuando Marcus regresa a Nueva York, Harry Quebert es detenido acusado de secuestro y asesinato.




A partir de este momento comienza una historia de investigación por parte de la policía y por parte del propio Marcus, que busca a toda costa demostrar la inocencia de su amigo y mentor. Pero su investigación se ve condicionada por un misterioso mensaje amenazante que se repite en pequeñas notas escritas a ordenador: “Vuelve a tu casa, Goldman” ¿Quién está detrás de estas misivas? ¿Alguien a quien no le interesa que se siga husmeando treinta y tres años después? ¿Tal vez el verdadero asesino?

A lo largo de la investigación Marcus se encuentra con todo tipo de testimonios, algunos de los cuales no dejan muy bien parado a Harry. Tal es el caso de Tamara Quinn, una anciana que odia sin contemplaciones a Harry convirtiendo en propio el despecho de su hija.

Aunque el argumento resulta interesante desde un principio y engancha a cada capítulo que pasa, parece un tanto inverosímil el hecho de que Marcus, sin tener ningún tipo de relación con la policía se dedique a investigar el caso por su cuenta, y no sólo eso, sino que además de vez en cuando recurre a la propia policía o al abogado defensor de Harry para ponerlos al corriente de sus investigaciones.

La historia está contada a través de 31 capítulos que van en orden decreciente, como si quisieran marcar una cuenta atrás y empiezan con pequeños fragmentos de diálogos entre Marcus y Harry, en ocasiones simples reflexiones que funcionan como consejos para llegar a ser un buen escritor, directrices a las que se les da un papel principal en la narrativa de cada capítulo. Además, están contados a partir de tres momentos importantes para el desarrollo de la narración: 1975, el año de la desaparición de Nola; 1998, año en que Marcus entra en la Universidad y conoce a Harry; y 2008, año en el que se encuentra el cadáver de Nola y Harry es detenido. Como recurso narrativo cabe destacar además el empleo de fragmentos de la famosa novela de Harry Quebert El origen del mal, a la que se hace una referencia constante en el libro.




Del mismo modo, la novela está dividida en tres partes. La primera hace referencia a los últimos meses de Nola antes de su desaparición, de cómo conoce a Harry y se enamora de él y de cómo discurre su vida en Aurora. La segunda parte de la investigación policial que se desarrolla a partir de la desaparición de la joven. La tercera hace referencia a la resolución del caso y de qué manera influye en Marcus y en todos los habitantes de Aurora.

La relación entre Harry y Nola recuerda irremediablemente a ese profesor Humbert Humbert al que Vladimir Nabokov hizo perder la razón por una jovencísima Lolita. En este sentido es evidente también la licencia estilística que se toma en comparación con el primer párrafo de la novela de Nabokov: la repetición del nombre de la persona objeto de deseo, cada letra, cada sílaba, como paladeándola para impedir perder cualquier tipo de matiz.






El narrador omnipresente hace que en todo momento sepamos los pensamientos de cada uno de los personajes, lo que da una perspectiva mayor a la trama y una visión más ampliada de su psicología.

Sin duda, son los tres personajes principales los que experimentan una mayor evolución a lo largo de la narración. Nola comienza siendo una niña ingenua de 15 años llena de fantasías de adolescente y sin llegar a hacerse mayor su personaje va madurando hasta el punto de llegar a ver en ella aspectos que difícilmente podrían ser propios de una chica de su edad, sino de un adulto. Los distintos testimonios retratan a un Harry solitario concentrado en su profesión de escritor, pero a medida que pasan las páginas nos encontramos ante un hombre que trata de escapar de un amor imposible, un hombre atormentado por la circunstancias pero con un fondo tierno y sensible. Finalmente, Marcus se muestra como alguien incapaz de enfrentarse a un fracaso, que sólo acomete cosas que sabe que va a poder hacer, casi sin arriesgar nada. No es más que un escritor novel venido a más que buscando inspiración se ve envuelto en un complejo caso de secuestro y asesinato, lo que hace que sus actos sean más humanos, más enfocados a la defensa de su amigo que a solventar su extrema situación profesional. De hecho parece evidente un cierto paralelismo entre los dos personajes masculinos, es como si Marcus repitiera en cierto sentido la vida de Harry 30 años más tarde, algo que quizá los una más que una mera relación profesor-alumno.




La verdad sobre el caso Harry Quebert puede analizarse como un fiel retrato del ser humano, de sus más bajos instintos, de cómo actúa en situaciones límite y cuáles son los mecanismos de defensa a los que recurre, de cómo se mueve por su propio interés incluso acusando sin pruebas de los crímenes más terribles, de cómo hace daño sin pudor ni compasión, de cómo es egoísta, perverso, envidioso y mediocre, y de cómo autocastiga su alma atormentada. El amor está tratado desde la prohibición y el conformismo, los personajes engañan, son engañados y se ven constantemente juzgados desde la moral más puritana e hipócrita.

A lo largo de toda la novela subyace una dura crítica a la sociedad norteamericana y al mundo editorial en general, a cómo en ocasiones lo único que se busca es carnaza que garantice un mayor número de ventas.


Aunque la narración es bastante ágil y la gran cantidad de flashbacks están bien estructurados sí es cierto que lo verdaderamente interesante se encuentra al principio y al final, el medio se pierde un poco en repeticiones e investigaciones que llevan demasiado tiempo, lo que hace que el verdadero final se precipite en el último capítulo. Este final no fue personalmente algo predecible, ya que a través de engaños el autor nos hace creer una cosa y en la hoja siguiente la contraria hasta el punto de que el lector no es consciente de cuál es la verdad hasta el mismo final, algo que por otra parte es lo que se presupone en un buen libro.

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